Ahora que la enfermedad me habla de tú
y que cae agua salada del cielo,
que se vuelve dulce en mis labios
al verte llenar
la luna llena,
entre mis ojos cerrados.
Puedo decir que te quiero y te amo,
que tu voz y tu sonrisa de río
de primavera, me duerme el dolor
en sueños de colores que no se escribir,
pero me hacen sentir
todos los colores del amor aun no inventados.
Que el agua que decora mi mesa,
me sabe a tus labios y besa
a los míos cada vez que la bebo.
Ahora puedo
decir, que no hay hogar más dulce que tus brazos,
porque, aunque estés lejos,
me sujetas el corazón y duermes a mi alma de niño,
entre tu voz.
Es tan bonito quererte que vivo y muero
por ti cada vez que amanece
de tu boca algún me duele.
A veces tu ausencia podría llenarme de frio,
pero a mí me llena mis vacíos,
porque sé que me piensas
y eso me completa
con amor
hasta el breve espacio
en el que no estas, despojando
mis soledades donde no
sé dónde empiezas tú y termino yo.
Porque cuando no te tengo
es cuando más te tengo,
porque te haces poesía
y en ese instante de tiempo más que tuya te haces mías,
aunque nos amemos sin poseernos,
siempre nos tenemos,
allá donde te quiero y te amo,
acá donde te amo y te quiero.
Ahora puedo decir que aun en la enfermedad
me siento feliz en la libertad
de sentirme preso en tus bellos ojos,
mientras escribo a versos
Los besos,
que desde mi alma nacen
para besarte.
Esteban Regis Del Moral
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