Eres el cuerpo de mis rimas,
la voz de mis poesías,
esa luz de mi alma que ilumina toda mi vida
y te ama.
Una carta escrita
en las nubes del cielo con la lluvia de mi mirada
amándote de felicidad.
Ojalá me alcanzaran las palabras
para abrazarte con todo lo que te ama mi alma.
Que el sabor de un beso de mis labios te recitara
todo lo que mis silencios callan.
Aunque sé que este amor me mata,
estarás conmigo todos los días de mi vida,
aunque sea en verso y tú te hagas sueño
siempre despertaras en mi corazón,
como un latido que sale de mi cuerpo para
darte mi vida,
con en el velero que brilla
en mis ojos, cuando en tu mirada se refleja.
Porque, aunque mi amor sea mi castigo y mi culpa,
tu siempre serás mi perdón y la razón de mi corazón
de que contigo en mi pecho vive el amor.
Esteban Regis Del moral